La
mermelada es una conserva de
fruta con
azúcar.
La técnica de cocer frutas en azúcar de
caña la trajeron los descubridores españoles desde
América. Aunque ya los griegos cocían
membrillos en
miel, según se recoge en el libro de cocina del romano Apicio.
Aunque la proporcíon de fruta y azúcar varía en función del tipo de mermelada, del punto de maduración de la fruta y otros factores, el punto de partida habitual es que sea en proporción 1 a 1 en peso. Cuando la mezcla alcanza los 104º Centígrados, el ácido y la
pectina de la fruta reaccionan con el azúcar haciendo que al enfriarse quede sólida la mezcla.